La principal comunidad alemana de aventuras, Adventure-Treff, informó el pasado lunes del cierre definitivo de Lexis Numérique, que se produjo el pasado junio, cuando la justicia francesa declaró la liquidación de la compañía. Lo confirmó uno de sus fundadores, Eric Viennot, a través de Twitter.

Lexis Numérique, establecida en 1990 por Viennot, José Sanchis y Marie Sanchis Viennot, empezó con juegos educativos, como sus paupérrimas adaptaciones de E.T. o La bella y la bestia, pero pronto se centró eminentemente en la experimentación. In Memoriam, su primer título serio, precursor de la realidad alternativa, era un pasapuzles con historia que se basaba en enviar al jugador correos electrónicos y enlaces a webs, en los que debía buscar pistas para resolver un secuestro. Electronic Arts ya había intentado algo similar con el malparado Majestic. In Memoriam contó con una especie de expansión, La Treizième Victime, y con una segunda parte, The Last Ritual. En 2007, el éxito de esta serie le valió a Viennot, responsable de la idea, el nombramiento de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de la República Francesa.

En Experience 112, su siguiente producción, se interacciona con cámaras de seguridad y el sistema de control de un barco varado en medio del Atlántico para guiar a una amnésica Lea Nichols, la única superviviente del buque, a la libertad. Por el camino, se revela la verdad sobre el ensayo científico que se llevaba a cabo en lo que resulta ser un laboratorio flotante.

Su proyecto más interesante fue precisamente el que más se alejaba de la línea experimental de la compañía, Red Johnson Chronicles, una aventura noir de atractiva factura audiovisual. Contaba la historia de un contestatario detective a cuya vida han puesto precio después de secuestrar a su hermano. Por desgracia, su diseño de juego, que mezclaba la investigación con algún puzle de tablero, escenas de acción y quick time events, no está a la altura de sus valores de producción, lo que probablemente ayudó a que pasara bastante desapercibida. Antes ya habían presentado al personaje en Metropolis Crimes, un juego de puzles de escasa personalidad para Nintendo DS.

En 2012, Lexis Numérique se embarcó en su más ambicioso proyecto, Alt-Minds, un título inclasificable que llevaba más allá la idea de In Memoriam. Planteaba la investigación de la desaparición con tintes paranormales de unos científicos que estaban a punto de descubrir algo crucial. Estructurada por episodios, esta rareza presentaba una serie de misiones por ordenador, redes sociales o el mundo real, escondiendo pistas en lugares concretos de media Europa. Hubo quien la denominó «el futuro de la aventura gráfica». No tuvo éxito. Poco más tarde, la desarrolladora y productora gala canceló Brooklyn Stories, una especie de simulador social con puzles montado alrededor de la capacidad para volver al pasado y alterar las vidas de los habitantes de un edificio, que prometía adentrarse en la narrativa ramificada.

Al margen, en 2005 había formado VectorCell junto a Paul Cuisset, fundador de Delphine, uno de los grandes nombres del videojuego francés. Este estudio hermano desarrolló el survival horror Amy y el remake de uno de los más celebrados juegos de Cuisset, Flashback; ambos fueron vapuleados por la crítica y por el público.

El golpe de gracia para la empresa de Viennot y Sanchis llegó por partida doble en 2013. En julio y octubre lanzaron sendos Kickstarter para financiar el desarrollo de Taxi Journey, una mezcla de aventura gráfica, plataformas y juego de puzles, también con aroma de experimentación. Las campañas de recaudación fracasaron de forma estrepitosa, lo que sin duda ayudó en la desaparición de una compañía que no muchos recordarán, pero cuya manera de mezclar juego y realidad habría dejado boquiabiertos a unos cuantos si los recursos y la confluencia de voluntades necesarios para hacerla realidad no hubieran convertido la teoría en una quimera más.