¡Con la Iglesia hemos topado!
Título: Belief & Betrayal: El medallón de Judas (2007)
Desarrolladora: Artematica
Distribuidora: Friendware
Lanzamiento: 3 de octubre de 2008
Especificaciones (mínimo recomendado): Procesador Pentium, Athlon o compatible a 1,2 GHz | 256 MD de RAM | 2,5 GB de espacio en disco | Tarjeta gráfica de 32 MB compatible con DirectX 9 | Lectora de DVD | Tarjeta de sonido compatible con DirectSound | Windows 2000, XP o Vista | DirectX 9
# Publicado el por Víctor Martínez
Por no hablar de las constantes violaciones de la propiedad conmutativa de la suma, pues en este juego a + b no es igual a b + a.
De modo que tenemos un juego con una jugabilidad mala. Esto en cualquier género habría lanzado al título en cuestión al más absoluto destierro sin más miramientos. Por suerte, el de la aventura gráfica es un poco más benevolente, y sus aficionados aún tienen un elemento más al que aferrarse en caso de que la parte jugable sea un pestiño: el guión. Otros productos similares se salvaron por los pelos a pesar de su insufrible diseño gracias a un buen trabajo con la pluma, como por ejemplo los de la serie Agatha Christie. Belief & Betrayal también desaprovecha esta oportunidad, y abofetea nuestro intelecto con una trama sencillamente irrisoria, sin pies ni cabeza y carente de sentido, con personajes planos que hacen las cosas porque sí, prácticamente sin giros de guión (principal interés de las cuantiosas conspiranoias religiosas: la sorpresa de serie B), con un sentido del humor nulo y con un ritmo narrativo bochornoso.
El protagonista de la historia se llama Jonathan Danter y es periodista. Esto es lo más que puede decirse del personaje principal, porque después de acabado el juego son los dos únicos datos que podremos advertir sobre él. Y ni siquiera son matices relacionados con la personalidad de nuestro alter ego, desprovisto totalmente de carisma, sino una mera definición de sinopsis, como veis, perfectamente intercambiable con la de cualquier otro protagonista de las aventuras con las que nos obsequian las desarrolladoras actuales. Pero los secundarios no se quedan atrás: una mujer florero, de las que gustan en los círculos del buen cristiano medieval; un vejete que suelta perlas filosóficas sacadas de algún libro de Paulo Coehlo y que tuvo la mala suerte de quedar en silla de ruedas, de ahí su papel de sabio mentor; el prototipo del informático nerd con dotes para la falsificación, cuyas líneas de diálogo sólo reflejan los mitos de una profesión mal entendida… todo un elenco de interés creciente, aderezado con personajes terciarios que sueltan unos soliloquios capaces de dormir a Christian Bale en El Maquinista, y que, por supuesto, aportan la misma información que algún panfleto de predicador: ninguna.
Llegados a este punto, la aventura ya no tiene nada que hacer. Ni un apartado gráfico digno de la última megaproducción para PlayStation 3 la salvaría de la quema. Aún así, Belief & Betrayal se las apaña para cavar más hondo su propia tumba con un apartado, ya no sólo técnico, sino también artístico, insuficientes. Técnicamente hace aguas por todas partes: texturas de resoluciones antediluvianas que se ven borrosas en fondos pre-renderizados (inaudito), ralentizaciones injustificadas en equipos que deberían poder hacerlo funcionar de sobra, efectos de sonido (cuando los hay) y músicas con bucles defectuosos (de modo que se cortan y vuelven a sonar de nuevo de la forma más abrupta y grosera), bugs a mansalva (algunos de los cuales bloquean directamente el juego, o congelan al protagonista en un sitio sin poder hacer nada), y un largo etcétera.
Artísticamente, como decimos, no se queda atrás: algunos personajes parecen clones de otros, y por si la confusión fuera poca los sitúan o lejos o de espaldas, para que no sepamos bien quiénes son unos y otros; la disposición de las cámaras es antinatural y desorientadora, y en un recurso parecido al anterior llega incluso a colocar personajes importantes en las esquinas inferiores de los planos, de modo que en las otras muchas vistas del escenario no seamos capaces de encontrarlos. Por no hablar de los poco inspirados fondos, que parecen construidos en base a librerías 3D gratuitas, artificiales, estáticos, vacíos y planos; los que no están, claro, basados en lugares reales: en estos se nota claramente lo que está diseñado a partir de la realidad y lo que es de cosecha propia, creando un contraste chocante. Tanto como el que producen los toscamente modelados personajes, como superpuestos casi de manera permanente en los escenarios.
Conclusión
Belief & Betrayal es un auténtico despropósito del no se salva ningún apartado y en el que ni el más optimista será capaz de encontrar alguna bondad lo suficientemente poderosa para evitar el fulminante suspenso. Suspenso que se ha ganado a pulso un juego que no es más digno que una aventura amateur de mala factura.
Tras este producto, no podemos más que temernos lo peor con el próximo conato de aventura de estos señores: Diabolik. Lo decíamos en la introducción: con Martin Mystère parecía que Artematica empezaba a hacer bien las cosas. Visto lo visto, se está convirtiendo en la rareza de su catálogo.
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