The Shivah gratis por el Yom Kipur
Dave Gilbert regala a judíos y gentiles su opera prima y amplía su catalogo de descargas
# Publicado el por Paco García
Dave Gilbert es nuestro judío favorito. Y lo es, aparte de porque es un tipo bastante campechano y humilde, por su vocación irreductible por la aventura gráfica y por que es uno de los pocos desarrolladores que aún valoran las buenas ideas, la originalidad y el buen hacer. Y de vez en cuando tiene ataques de generosidad. Con motivo del Yom Kipur, Gilbert y Wadjet Eye Games, nos obsequian con la descarga gratuita de The Shivah, sacrificando en lugar de un chivo expiatorio, el primero de los juegos que sacó al mercado en su periplo empresarial. La Fiesta del Perdón de los hebreos acabará aproximadamente a las 6 de la mañana de mañana martes según la hora local española, así que os quedan unas cuantas horas noctámbulas si queréis haceros con esta valiosa pieza por la cara. Si se os pasa esta oportunidad, siempre podréis adquirirla por un precio por el que quizás no os compense trasnochar, ya que sale al cambio por unos 3,5 euros (4,99 dólares estadounidenses).
Wadjet Eye Games está ampliando su oferta semanalmente, añadiendo cada siete días una producción "indie" a su catalogo. Ya os mencionamos las adhesiones de The Adventures of Fatman y Downfall hace un par de semanas. Desde entonces, en el escaparate de Gilbert lucen Super Jazz Man de Herculean Effort (famosos en la esfera independiente por The Apprendice 1 y 2) y Al Emmo and the Lost Duchman’s Mine de Himalaya Studios, que hicieron posible las laureadas actualizaciones de los viejos King’s Quest y su secuela, o de Quest for Glory II: Trial by Fire, y que en estos momentos parece que se están poniendo a trabajar en otra nueva aventura original, tras un merecido descanso.
Ambos juegos se ponen a la venta a un precio de 9,99 USD cada uno, que no es un dineral considerando las cantidades que podemos llegar a desembolsar por otras cosas realmente menos valiosas. Lástima que iniciativas como estas estén condenadas al fracaso en un país como el nuestro donde el pago por descarga está considerado como poco menos que tirar el dinero, mientras que el Pay per View ensancha periódicamente las arcas de operadoras telefónicas o gigantes mediáticos, a las que por lo que se ve, sí que merece la pena enriquecer (aún más).