Sunlight Games ultima el remake de Gold Rush!
El original es una de las aventuras más interesantes de la primera etapa de Sierra
# Publicado el por Javier Cadenas
Uno de los problemas de los remakes de aventuras añejas es lo absurdo que resulta abordar lo que en su momento fueron títulos de gran presupuesto con una economía de medios que ni Carpanta. Lo sufre Gabriel Knight: Sins of the Fathers 20th Anniversary Edition y, en muchísima mayor medida, también Gold Rush! Anniversary, que Sunlight Games lanzará el 31 de octubre.
El Gold Rush! original, de 1988, fue uno de los últimos juegos de Sierra en utilizar el motor AGI, creado para King’s Quest. Está considerado como un triunfo técnico, que en su momento empleó al máximo las capacidades de las tarjetas gráficas EGA, aunque su uso de los dieciséis colores no arrojara tan buenos resultados como otros juegos de la misma etapa de la compañía. Diseñado por los hermanos Doug y Ken MacNeill, es una aventura curiosísima, muy fiel al espíritu de la Fiebre del Oro, hasta el punto de que muchos la señalaron como una herramienta educativa pese a que no se diseñó con ello en mente. Y, aunque se le achacó una mayor simplicidad que a sus coetáneas, también fue muy aplaudida por ofrecer tres vías de resolución distintas en su primera mitad, con escenarios y puzles específicos de cada una, algo muy novedoso entonces y que después rara vez se ha visto.
El juego comienza en Brooklyn Heights, Nueva York, en 1948, justo antes del descubrimiento de los yacimientos de oro y de la locura de las migraciones masivas en pos metal precioso. Jerrod Wilson recibe una casa de su hermano, que tuvo que huir de la ciudad años antes tras ser acusado de un crimen que no cometió. Le conmina a partir hacia Sacramento, California, en la otra punta del país, y Jerrod decide dejar su trabajo de periodista e ir a su encuentro después de tanto tiempo sin contacto alguno. Estalla entonces la Fiebre del Oro y de repente todo el mundo quiere mudarse precisamente a California. Jerrod habrá de elegir entre viajar al Oeste en diligencia, llegar en barco a Panamá, cruzar los pantanos y las junglas que hoy son el canal y volver a embarcar hasta Sacramento o dar la vuelta al Cabo de Hornos en una larguísima travesía. Cada vía presenta sus riesgos y sus ventajas: la primera es la más barata, pero la más peligrosa, con los nativos americanos asaltando los convoyes, las manadas salvajes de búfalos embistiéndolos y un clima extremo por ambos lados, entre el desierto estepario y las tormentas de nieve de Sierra Nevada; la segunda es la más cara y la más directa, pero cruzar Panamá a pie significa enfrentarse a los cocodrilos, las temibles hormigas bala o, peor aún, la malaria; la tercera, de coste intermedio, es la más larga y sus peligros se resumen en dos: las tempestades y el escorbuto.
Sunlight Games promete una versión sin los grandes problemas del original: las excesivas muertes aleatorias (por ejemplo, Jerrod podía contraer la cólera, entonces incurable, en cualquier momento) y los callejones sin salida. Y que se podrá optar tanto por los comandos de teclado del original, para los nostálgicos, como por un interfaz point & click.
El proyecto está aprobado y en cierto modo supervisado por los hermanos MacNeill. Al parecer, era muy importante para ellos que si el remake se hacía se encargara de él alguien con experiencia en la producción de videojuegos y, en concreto, de aventuras gráficas. Su elección no parece muy acertada, viendo el aspecto de Gold Rush! Anniversary. Menos todavía si escarbamos en el inefable catálogo de Sunlight Games.