Es un hecho innegable que la nueva portátil de Nintendo está haciendo mucho ruido. Todo se debe, en nuestro caso, a un sorprendente e incensante torrente de anuncios relacionados con nuestro género, desde la serie Phoenix Wright, pasando por Undercover: Dual Motives hasta las versiones portátiles de Secret Files: Tunguska o Runaway 2: El Sueño de la Tortuga. Unos dirán que estamos ante un nuevo renacer y un soplo de aire fresco en el terreno aventurero, otros más exagerados dirán que estamos ante el futuro de la aventura, mientras que otros más escépticos nos recuerdan aquella luz de gas que provocó la salida de la primera parte de Broken Sword en la Game Boy Advance, prometiendo una parcela para la aventura portátil de la cual no se volvió a saber nada.

Lo que está claro es que el número de aventuras de este año ha aumentado (y aumentará) gracias a la Nintendo DS y por consiguiente el jugador tiene más opciones donde elegir a la hora de desembolsar su preciado dinero. Y gracias también a la DS, muchos aventureros han tenido la oportunidad de probar la sensibilidad japonesa y el punto de vista sobre el género que tienen los nipones gracias a aventuras como Another Code o la que nos ocupa hoy, Hotel Dusk: Room 215.

Gaspar Ruiz, el autor del review de la obra de Cing Inc. nos propone un riguroso viaje por los entresijos de este cartucho que utiliza todos los clichés del género negro para contarnos una estupenda historia de traiciones, misterios y por supuesto, antihéroes que hasta en el mismísimo periódico El País han saludado como una nueva forma de narración en los videojuegos. Saludable afirmación si no fuera porque los aventureros nos dimos cuenta de ello desde la aparición de Colossal Cave de Crowther y Woods.

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