El año pasado saltó al candelero una aventura de origen modesto, realizada casi en su integridad por una sola persona, un tal Jonathan Boakes, con unos medios presupuestarios infinitamente inferiores a los que en la actualidad manejan las grandes empresas dedicadas a esto del desarrollo de juegos y sin un medio de distribución más viable que los encargos vía Internet y el correo.

Resulta que a pesar de su origen la aventura rezumaba calidad y los aventureros más avezados fueron dando buena cuenta de su valía haciendo de Dark Fall -que así es como se llamaba el juego- un respetable ejemplo a seguir por todos aquellos que tenían en mente hacerse un hueco en el mercado y no disponían de los medios suficientes como para hacerlo. Con el paso del tiempo fueron apareciendo reseñas y el boca a boca no solo ya comentaba la existencia de esta sorprendente aventura sino de la muy destacable calidad de la misma. Haciendo uso de herramientas "algo" inferiores a los ostentosos motores tridimensionales tan en boga últimamente, y de programas de diseño igual de efectivos pero algo menos caros que los que se suelen usar habitualmente, el señor Boakes, logró que su juego fuese considerado un juego profesional a pesar del modo en que estaba realizado.

Tanto fue así, que hace unos meses apareció un hada madrina canadiense que toco con su varita la sosa caja del juego que Boakes vendía desde su Web y lo convirtió en una producción de primer nivel y con proyección internacional. The Adventure Company ya está vendiendo Dark Fall desde hace unos meses en inglés y se espera que en breve aparezca en otros idiomas, entre ellos el español. Jonathan Boakes ha logrado entrar en pugna directa, con las grandes corporaciones que se gastan toneladas de dólares solo en hallar un concepto innovador que supuestamente las ponga por encima de cualquier otro juego jamás ante realizado. Con recursos de lo más humildes salidos del talento y de la imaginación, Boakes ha conseguido una aventura terrorífica sin casquería ni efectismo, que desasosiega como no se había visto en mucho tiempo y auténticamente asusta más por su calidad que por las cacofonías.

Con Dark Fall, se ha abierto una dolorosa brecha en el sistema comercial hasta ahora copado por superdesarrolladoras que tardan lustros en terminar un juego del montón y que desconocen casi por completo el significado de la palabra "rentabilidad", para dejar un sitio a las producciones independientes llegadas de estudios de lo más exiguo, pero con ideas de lo más magnificas. La corriente independiente ha tenido en Dark Fall un referente para comenzar a asentarse, y ya son algunos los que están siguiendo su ejemplo. Les deseariamos suerte pero todos sabemos que es más cuestión de tesón y esfuerzo, aunque tampoco sobre un poco de lo primero. Por su parte Jonathan Boakes ultima una segunda parte de esta aventura que por lo que sabemos podemos adelantaros que destila al menos la misma calidad que este su predecesor del que hoy hacemos crítica. De momento aún nos queda esperar una fecha concreta para el lanzamiento de esta aventura en España, que esperemos no se quede fuera del catalogo de Virgin Play y TAC para este año o principios del que viene.

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