Con Rumbo a la Isla del Tesoro recién salido a las tiendas y con el díptico Delaware St. John con visos de ser lanzado en el mes de abril, Nobilis continúa con su particular apuesta por el género, esta vez con una serie de títulos en un soporte un tanto pintoresco, ya que saldrán a la venta en DVD-i; esto es, que se podrán jugar en cualquier sistema que reproduzca discos DVD, ya sea uno doméstico, uno portátil o una consola. Por novedoso que pueda parecer el invento, ya se han visto juegos de estas características en nuestras tiendas. Sin ir muy lejos, Virgin Play, de quien parece que se ha rescatado una buena parte del catálogo que saldrá a la venta, ya editó hace bastante tiempo Versalles 2: El testamento del Rey, y el que se podría considerar el pariente más cercano del medio, el CD-i, también dio auspicio a títulos del más diverso pelaje, entre ellos, Myst, 7th Guest, Inca o Lost Eden.

Las aventuras que Nobilis Ibérica planea colocar en los estantes son el tan aclamado Syberia, The Secrets of Da Vinci: El manuscrito prohibido, Egipto III: El destino de Ramsés y El secreto de la caverna perdida, todos ellos de la prolífica Kheops, a los que acompaña Dangerous Heaven, una aventura gráfica proveniente de Italia diseñada específicamente para esta tecnología y que en noviembre ya fue editada por Virgin en nuestro país, sin hacer ruido ni tan siquiera en la comunidad aventurera. Irán distribuyéndose a partir del mes que viene y tendrán un precio «desde los 14,99», lo cual quiere decir que el importe que se nos llevarán por cada juego puede oscilar a la alta dependiendo de cuál de los productos del catálogo se trate, sin que por el momento podamos concretaros nada.

Por nuestra experiencia con este soporte (precisamente con Versalles 2), podemos decir que aunque no es una experiencia del todo ingrata, no dejan de tratarse de juegos para una plataforma que no está diseñada para jugar. Así pues, aunque el juego pueda conservar las funcionalidades básicas, sí que se muestra algo más estático y limitado en cuanto a manejabilidad, y el desarrollo del juego pierde bastante dinamismo, aunque en el caso de Versalles 2, por ejemplo, ya tuviese poco de por sí… Pero no hay que dejar de tener en cuenta que en un medio como este, la cosa depende más de maña que de fuerza creativa y por eso aún es pronto para decir aquello de «visto uno vistos todos» aunque, desde luego, idos olvidando de ostentosos modelos tridimensionales ni de cualquier clase de floritura técnica que en su momento estas aventuras nos pudiesen ofrecer desde el PC…

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