El doctor Jekyll y Mr. Hyde, adaptado de nuevo
El clásico sirve de excusa en esta ocasión a bitComposer Games
# Publicado el por Marcos Carrascal
Hace año y medio os traíamos la noticia de que Radon Labs se proponía intentar una adaptación del clásico de R. L. Stevenson, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, sobre cuyo desarrollo aún no hemos vuelto a tener información. La semana pasada bitComposer Games, editora germana cuya única experiencia en el campo de las aventuras gráficas es la poco conocida Outcry (valga advertir que ninguno de sus títulos hasta la fecha ha producido sonantes alegrías), anuncia una nueva adaptación de la citada novela, que correrá a cargo de Pixelcage.
En efecto, los alemanes señalan en su nota de prensa que el juego, de lanzamiento previsto para el tercer cuarto del año próximo, nos emplazará a jugar con un joven Dr. Jekyll, que intermitentemente con su alter ego Mr. Hyde, buscará una cura para su afección psiquiátrica. Búsqueda en la que —golpeándonos con un ostentoso alarde de poca imaginación y burdo copypaste— descubrirá una terrible conspiración orquestada por sectas ocultistas.
Prometiendo una experiencia de juego sobrecogedora y atmosférica —palabras que por su abusiva utilización en la publicidad de muchas aventuras gráficas recientes (e infumables), carecen ya de significado—, nos advierten de que no estaremos ante una aventura clásica: al sistema de juego tradicional se han añadido elementos de acción y habilidad, aprovechando las facultades de las dos personalidades protagonistas para la resolución de puzles, acertijos y —según la propia nota— desafíos «con tintes de acción». En nuestro camino contaremos con la ayuda —o más seguramente, con el farragoso entorpecimiento— de un laboratorio químico portátil, que nos permitirá fabricar poción metamórfica en cualquier momento.
Sin más datos a la vista, salvo unas espeluznantes capturas que podéis ver en la galería (cuya calidad, esperamos, se deba a su inconclusión), poco podemos añadir: un proyecto tan fatuo como probablemente fallido, que no tiene visos de aportar otra cosa que una costra más de hastío al tan desacreditado mundo de las aventuras gráficas europeas. Nada prometedor, desde su primera noticia, y tan genérico como cualquier otro de los que, pretendiendo lucrarse con el nombre de los clásicos, demuestran el mal uso que se puede llegar a hacer de licencias que podrían sustentar productos de alta categoría.