La hora chanante
Título: Sam and Max: Season 1 - Episode 2: Situation: Comedy (2007)
Desarrolladora: Telltale Games
Distribuidora: Telltale Games
Lanzamiento: 5 de enero de 2007
Especificaciones (mínimo recomendado):
# Publicado el por Víctor Martínez
Introducción
Puntual como un reloj llega un nuevo capítulo de la primera serie de videojuegos concebida como una serie de televisión en la pequeña y disparatada historia del software de entretenimiento. Este evento no podría más que pertenecer a nuestro maleable género preferido, la aventura gráfica, y no estar protagonizado por otros que no fuesen dos auténticos iconos del género como lo es la excéntrica pareja de policías freelance Sam y Max.
Con un correcto despegue en un episodio piloto bien planteado y diseñado, aunque un poco insustancial, el segundo acto no tiene más aspiraciones que ofrecer un tanto de lo mismo, no obstante sus creadores lo han concebido como un nuevo intento de hacer algo conciso y redondo a la vez; completo y que al mismo tiempo dote a la serie de una mínima continuidad que mantenga enganchados a los jugadores. Y todo ello ha de hacerse en un tiempo ínfimo (apenas un par de meses, más de lo que tendrán para realizar los próximos episodios, aunque aún les sobra tiempo como para desperdiciarlo realizando cortos animados con el motor de la aventura).
Argumento
Sam y Max son avisados por el comisario de un nuevo caso de delincuencia relacionada con el mundo de la televisión. Esta vez no son los odiosos Soda Poppers (aunque nos volveremos a encontrar con ellos durante el juego), sino Myra Stump, la opulenta presentadora de un talk-show inacabable que tiene secuestrado al público del programa.
Para acabar con la incómoda situación, Sam y Max se personarán en los estudios de WARP TV. No obstante, acceder al plató de Myra no será fácil: antes deberán probar su valía como entrevistados en el programa de la señora Stump, para lo cual deberán labrarse una reputación en el mundillo televisivo. Por suerte, en WARP TV necesitan dos protagonistas para una estúpida sitcom, así que pasar el cásting podría ser un primer paso…
Comentario
Hay dos formas de analizar este juego: como un capítulo de una serie de televisión en el que debemos participar como jugadores (que, en definitiva, es lo que es), o como un juego independiente (que, en definitiva, es como nos lo venden). Por supuesto nuestra valoración variaría considerablemente desde uno u otro prisma, así que intentaremos hacer una mezcla de ambos puntos de vista, respetando la idea de episodio autoconcluido con la que ha sido desarrollado, y teniendo en cuenta que son casi siete euros lo que cuesta, y que es casi nula la continuidad respecto al anterior episodio.
De uno u otro modo, lo que es innegable es que Telltale es de las pocas compañías que han sabido captar la esencia de la aventura gráfica (algo aparentemente simple pero que se les escapa a la mayoría de empresas que se dedican al género); son aficionados, artífices y entendedores del funcionamiento de los juegos de la edad de oro (concretamente de la vertiente ‘lucasartiana’), y todo ese conocimiento lo han aplicado, y bien, a sus producciones actuales.
Saben cómo divertir al jugador, cómo guiarle por la trama sin perder un ápice de inmersión e interactividad. Son respetuosos y generosos con los diálogos y las descripciones, y en sus juegos abundan líneas y líneas de los dos tipos, todo ello sin dejar de lado la acción e interacción de los personajes, y ofreciendo al jugador extensos árboles de diálogo en las conversaciones en los que es fácil perderse entre falsas respuestas.
Todo ello se refleja en los dos episodios de Sam & Max que hasta el momento hemos podido disfrutar. En este último incluso se acentúa y se redondea el diseño del juego gracias a varias cadenas de puzzles paralelas que desembocan en el cuello de botella final que, al igual que ocurría en Culture Shock, nos lleva hacia una última escena más rápida y dinámica que cierra con honores el espectáculo.
Pero Situation: Comedy tiene más aciertos que su predecesor. Primero porque los personajes secundarios son más y más estrafalarios, segundo porque la cantidad de objetos a recoger y con los que interactuar es un poco más amplia, y tercero porque los puzzles son un poco más complicados, tienen más sentido y están mejor implementados. Y por último, porque la premisa argumental les sirve para desplegar una crítica al mundo de la televisión realmente acertada, permitiéndonos participar en una cínica sátira interactiva que no deja títere con cabeza; se ceba con las sitcom y sus risas enlatadas, los talkshows cuyo único interés son los trapos sucios de los invitados, los programas de cocina en los que hasta dos patanes culinarios son capaces de hacer suculentos manjares, los concursos amañados imposibles de ganar y, por supuesto, los concursos de talento musical donde cualquier ‘triunfito’ sin ningún tipo de talento es capaz de grabar un disco de éxito.
Por desgracia, con esta crítica acaba toda la profundidad de la historia, que para convertirse en algo merecedor de un sobresaliente aún a pesar de tratarse de episodios, debería aprender más de sus homólogos televisivos y tratar de insuflar contenido argumental al producto, con giros inesperados en el guión, revelaciones con las que premiar el progreso del jugador y demás trucos de guionista profesional que alejaran el juego del simple "gag tras gag", como en este caso ocurre.
Uno de los temores que nos invadían tras jugar Culture Shock eran los escenarios que veríamos en futuras entregas, teniendo en cuenta el limitado tiempo de gestación que iban a tener. Si bien parte de estos temores se han hecho realidad (los escenarios del primer juego se repiten, cosa comprensible e incluso adecuada para alargar la duración del juego), los nuevos fondos tridimensionales son relativamente abundantes y de notoria calidad, y además sitúan el grueso de la historia en otro set de localizaciones distintas a las del capítulo uno, sirviendo las de éste para colocar algunos objetos necesarios de los tres principales puzzles paralelos.
Lo que no nos hace tanta gracia es que los chicos de Telltale utilicen con descaro modelos de otros títulos suyos para rellenar tanto atrezzo como objetos e incluso personajes de este capítulo. Algunos de ellos los disimulan con autoreferencias (como un cartel de Boneville), y otros dan demasiado el cante, como la vaca protagonista del sitcom (vilmente ripeada de The Great Cow Race), o la reutilización innecesaria de los Soda Poppers del primer capítulo de Sam & Max.
Conclusión
Situation: Comedy es una más que digna continuación de Culture Shock, y salvando las carencias puramente narrativas de las que el título adolece, pone el listón bastante alto para las entregas venideras. Ciertamente, este proyecto por el que algunos de nosotros no apostábamos un duro está consolidándose como un atractivo compendio de grandes momentos aventureros que nos recuerdan vivamente a la edad de oro del género. Sin embargo, hasta que no veamos los seis episodios acabados, no podremos decir si estamos ante una adquisición obligada a pesar de los problemas del idioma (pues recordamos que no está traducido al castellano, por el momento), o si por el contrario no se trata más que de un bluff con dos buenos primeros episodios.
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