Ya nos tomamos con cierta normalidad el hecho de ir anunciando desarrollos para consola, cosa que hay que reconocer que nos ha costado bastante tras tantos años de práctica sequía aventurera en este campo. También se está convirtiendo en costumbre que estos desarrollos aún no estén a la altura de las circunstancias y que sean juegos que veremos en nuestras tiendas si alguna benigna alineación de lunas lo permite, y eso es algo sin duda mucho más preocupante.

Si nos fiásemos de las cifras y de las novedades que esta web contribuye a propagar (como es su cometido), la Nintendo DS habría ya de ser un aparato que todos los aventureros deberían tener a su alcance. Pero el aventurero que afloje la mosca debe saber lo que compra y a lo que se atiene. Así que si su idea es jugar a conversiones de otros juegos que probablemente ya probó en un PC o incluso en otra consola más vieja, o matar el rato pasando diálogos de japonesadas con destellitos simpáticos, sin duda alguna le merece la pena la inversión. Si por el contrario es algo más inconformista y desea ser partícipe de una experiencia lúdica gratificante y variada, quizá sea mejor invertir en otra cosa que no sean videojuegos.

Por muy bien que vayan las cuentas del mercado del videojuego lo cierto es que se está anegando en su propia insustancialidad. La crisis de ideas inunda los estantes de las tiendas con montañas de excrecencias orientadas a un público al que, curiosamente, no le gusta jugar, que no se interesa y al que decididamente le importa un bledo lo que compra. Ante esto, ¿qué puede hacer una empresa cuyo objetivo, recordemos, es el de ganar dinero invirtiendo poco? Pues está claro, ¡absolutamente nada! Si la gente (y, apurando, el público aventurero) va a tragar con cualquier cosa, ¿para qué devanarse los sesos en hacer nada original si se puede maquillar lo antiguo para que parezca nuevo?

Mindscape se ha aprendido esta lección muy bien, y tras sacar para PSP y DS sendas reediciones de Myst, un juego que en su opinión aún no ha segregado su hiel en hogares suficientes tras más de 15 años a la venta, ahora se proponen a hacer lo propio con Syberia, que tampoco se puede decir que sea una aventura de difícil acceso que nadie haya jugado.

El Syberia de DS vendrá a ser lo mismo que el que se pudo jugar en PC, pero con las limitaciones propias de la consola, que ni son pocas ni probablemente estén dispuestos a atajar para una producción de estas características, con un interfaz remodelado para encajarlo en las dos pantallas, y al que presumiblemente han dado un repaso en lo referente a puzzles con el fin de adaptarlos y optimizarlos a este nuevo soporte. Esto último se podría traducir de una manera menos tramposa diciendo que han cogido los que ya había y los han reprogramado para que funcionen correctamente con el stylus, ya que estaría muy cachondo que, después de todo, nos pidiese que enchufásemos el ratón.

Podremos ver el escasamente estimulante resultado de todo esto en octubre del presente año. Entre tanto, si sois de los que no podéis esperar a tal acontecimiento, os recomendamos ir a vuestro establecimiento habitual y masajear con vuestros euros la economía de esas compañías que tanto sufren pensando. No os faltarán opciones.

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