Los experimentos en casa y con gaseosa es una máxima bastante utilizada por parte de nuestro staff cuando entramos a valorar aventuras gráficas que se las dan de innovadoras y que vienen profetizando la revolución del género para acabar siendo posteriormente vilipendiadas por la crítica y, con un poco de suerte, también por el público. No obstante, hay que reconocer que algunas de estas innovaciones han servido para hacer evolucionar el género de la aventura gráfica hacia lo que es hoy día, o de otro modo aún estaríamos —algunos, ultraconservadores recalcitrantes, encantados— jugando a conversacionales.

Penumbra: Overture no prometía revolucionar nada, pero sin embargo consiguió más en su humilde empeño de crear una atmósfera claustrofóbica con la ayuda de una física potente y un sentido del horror psicológico relativamente innovador que cualquier Fahrenheit o Dreamfall. Y eso que más que un proyecto comercial (en lo que ha acabado convirtiéndose) comenzó como un trabajo de fin de carrera. Al final la jugada les salió bien, vendieron su juego a través de Internet por su página web, e incluso alguna editora —Paradox— lo distribuyó en soporte físico, cosa que no ocurrió en España.

El segundo capítulo de esta saga que originalmente iba a ser trilogía y ha acabado siendo pareja promete cerrar la historia que dejó abierta su antecesor, y el éxito de éste ha convencido a Friendware para traernos el que hoy nos ocupa, en castellano (sólo textos, aunque no abunda precisamente el diálogo) y a un módico precio de 19'95 €, en formato CD-ROM. A finales de febrero para más señas. Eso sí, hay que tener en cuenta que la duración de la aventura no será comparable a la de un juego entero, sino más bien a algo así como los episodios extra de Half Life 2. Dicho sea de paso, aunque agradecemos que una distribuidora nacional se interese por productos de este tipo, no habría estado mal aprovechar la ocasión para sacar a la venta un pack con los dos capítulos (aunque el primero —en su versión en caja de venta online, no en la descargable, ojo— era multilenguaje y ya incluía subtítulos en español).

En Penumbra: Black Plague manejaremos a Philip, un explorador en busca del paradero de su padre, cuyas pesquisas le llevan al interior de una suerte de búnker en el ártico, donde le asolarán multitud de peligros paranormales con los que acabará jugándose su propia cordura. El gran éxito del juego es el empleo de un motor capaz de gestionar las leyes de la física con exactitud y a su vez emplear esta ventaja para desplegar una serie de puzles y enigmas (podéis ver varios vídeos interesantes ilustrándolo en GameTrailers) relacionados con el comportamiento de ciertos objetos.

Otro punto a favor será el uso del audio posicional 3D multicanal (podéis añadir más adjetivos a esta larga y promocional lista), que unido a la acongojante atmósfera del juego y al siempre efectivo terror psicológico —ese que consiste en insinuar más que mostrar, peligroso argumento éste que esgrimen muchos directores españoles sin talento, si se nos permite el desvarío— conforman un título, cuanto menos, interesante. Esperamos, como siempre, daros una opinión fundamentada al respecto en cuanto podamos echarle un vistazo en profundidad personalmente.

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