Efectivamente amigos, la DS ya cansa. Nos cansamos de su deriva de juegos aparentemente reciclados, nos cansamos de sus limitaciones técnicas lindantes con el vintage y nos cansamos de tener que vernos en la obligación de hablaros de presumibles aventuras que posiblemente no pasen del mero minijuego con un ligero toque aventurero que sin duda se las verán bastante complicadas para poder traspasar las exigentes aduanas de nuestro país.

La cosa es que el deber informativo impera por encima de nuestro agotamiento, y hoy es de débito para con vosotros hablaros de Mitewa Ikenai, una producción de Dimple Entertainment para la portátil de Nintendo que nos invita a la insólita encomienda de «cazar» fantasmas. Pero no fantasmas de sábana y cadenas, no, sino fantasmas orientales, esos que han aterrorizado a los muchos y muy impresionables espectadores de películas como La Maldición, The Eye o Ringu (y secuelas) que se verán satisfechos con esta aventura basada en el cerco y derribo de espectros nipones en forma de fotografías trucadas. Mitewa Ikenai, que en castellano quiere decir «no debes mirar», nos incita a participar en una de esas cuasisurrealistas historias que tanto miedo dan a los japoneses, con demonios kabuki envueltos en papel celofán y talquistina.

Si sois de esos que podéis aguantar el sopor o la hilaridad que a nosotros nos produce este género de subproductos, sin duda éste es vuestro juego. Mitewa Ikenai, diverge en dos tipos de acción: uno para los casual gamers más irresolutos e impacientes, en el que el jugador tendrá que ir descubriendo lo «paranormal» de las fotos que el juego nos vaya proponiendo (algo así como un «"clickea"-al-espíritu») y otro para los más cavilosos y meditabundos en el que se nos imbuirá en un argumento en el que estos «puzzles» (por decir algo) estarán dentro de un contexto en el que deberemos indagar. No han trascendido más datos hasta el momento de sobre qué tratará ese «modo historia» ni de a qué clase de retos habremos de enfrentarnos, sólo una serie de imágenes que tampoco deja mucho a la elucubración, y que por cierto están al alcance de cualquiera con una cámara digital y un dominio mínimo del Photoshop, lo cual dice mucho del pavor que pueden llegar a producir al usuario medio.

Habrá que ver en qué acaba esto, y para ello habrá que esperar al menos hasta que salga en Japón en el verano del presente 2008. De su acogida en la Tierra del Sol Naciente depende el lanzamiento en tierras europeas, en las cuales, por difícil que a veces parezca, debemos incluirnos. Aunque la verdad, dado el lupanar en el que se está convirtiendo la consolita de Nintendo, nosotros al menos preferimos tenerlo cuanto más lejos, mejor…

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