Cuando el año pasado celebramos el décimo aniversario de esta casa y abrimos otra nueva etapa (de renqueante ritmo, triste costumbre) con augurios de futuras medianías para la aventura gráfica, poco podíamos imaginar que iba a llegar Tim Schafer con una campaña en Kickstarter para poner patas arriba el mundillo. De repente, brotó la esperanza en un campo demasiados años abonado por la mediocridad. Ya lo decía el maestro en el vídeo de presentación de su proyecto: «Las aventuras existen en nuestros sueños, en nuestros recuerdos… y en Alemania». Nos tomamos el «regreso de la magia de la aventura» con nuestra habitual cautela: los claroscuros de un modelo, el de la financiación colectiva, del que todavía no sabemos qué pensar nos pueden por el momento más que la ilusión, pero nunca está de más recordar que en los once años que han pasado desde el nacimiento de Aventura y CÍA es esta la primera vez que el género ha gozado de una cierta repercusión mediática.

La plana mayor del diseño de aventuras vuelve, cada cual con sus títulos bajo el brazo (hubiera tenido guasa que regresaran en comandita), y hemos aguantado lo bastante como para ver desde esta tribuna si nos traen la cura para la peste o el tiro de gracia. Gracias a vosotros, que habéis permanecido ahí por más empeño que hayamos puesto en mantener esto bien poco actualizado. De nuevo, muchas gracias.

Si en nuestros sueños y en nuestros recuerdos pervive la aventura, nosotros hemos venido un año más a Colonia para asistir a la feria Gamescom. Aunque el liderazgo germano del género no haya repartido especial alegría, aquí nos hemos llevado unas cuantas sorpresas y este año estamos dispuestos a ver qué nos depara. Podremos ver mejor que el pasado año Secret Files 3; Daedalic presentará títulos como The Rabbit’s Apprentice o 1954: Alcatraz; le echaremos un ojo al próximo juego de KingArt, The Raven; quizá Charles Cecil destape la sorpresa que preparan en Revolution… En fin, a buen seguro tendremos cosas de las que hablaros de aquí al viernes que viene.