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Aventuras gráficas al detalle

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Maricón el del balón

Título: Mortadelo y Filemón: La Banda de Corvino (2003)

Desarrolladora: Alcachofa Soft

Distribuidora: Zeta Multimedia

Lanzamiento: 26 de noviembre de 2003

Especificaciones (mínimo recomendado):

# Publicado el por Paco García 0

Introducción

Muchos coincidirán conmigo en que si hay una licencia valiosa en el cómic español esa es la de los inconfundibles Mortadelo y Filemón. Con una multitudinaria película ya estrenada, el aval de millones de fans, y muchas risas acarreadas durante largas decadas, no se puede esperar más que éxito con todo lo relacionado con los dos agentes de la T.Í.A. Pero por lo que se ve el estigma de Alcachofa sobrepasa hasta las mejores diplomaturas y no son pocos los detractores de este nuevo díptico, entre ellos un buen sector de la ‘prensa profesional’. Hoy en día que la inquietud de los jugadores es más que limitada no podemos esperar que cuestionen absolutamente nada, así pues seremos nosotros los que preguntemos ¿son tan malos? La respuesta, más adelante...

Argumento

Mortadelo y su inseparable Filemón son llamados a la oficina del Superintendente Vicente con carácter de urgencia. Los dos superagentes habrán de hacer frente a un enemigo que amenaza con alterar el orden mundial gracias a una perversa treta. El mafioso Vitto Corvino es un conocido y escurridizo extorsionador que junto con su banda ha perpetrado con finalidades vilmente económicas, la más siniestra amalgama de infracciones contra la sociedad, entre ellos el atentar contra los intereses de ese filántropo tan querido por niños y mayores, el Sr.Polanco, pirateando en masa tarjetas de descodificación del Canal Satelite.

Pero la desalmada capacidad criminal de Corvino no tiene concepto alguno de mesura y asi ha planeado junto con su panda de maleantes, practicar una extorsión con la que sacar mucho dinero (bueno, o eso cree él, solo la conversión a euros se escapa al entendimiento de su pérfida mente): prentende acabar con ¡el mayor espectáculo del mundo! no, no con el circo no, pero se lleva poco... Vitto Corvino arruinará el mundial de fútbol si no se accede a sus peticiones. Cuatro son las bombas que el peligroso chantajista ha colocado en el estadio donde se disputa la final del mundial, y cuatro serán los artefactos que nuestros aguerridos espías habrán de evitar el holocausto de cubos de basura ardiendo, lunas de coches rotas a patadas, mobiliario urbano destrozado, litronas fluyendo y enmascarados enardecidos vagando por las calles en busca de alguna victima... de Mortadelo y Filemón depende que el final de un partido se repita día, tras día, tras día. Para ello deberán ‘desbombizar’ por medio de un ingenio del Profesor Bacterio los tres aparatos de destrucción que se hallan escondidos en el estadio y después, dar encarnizada caza al terrorista que se esconde como un zorro en una madriguera de las calles de la capital italiana, donde aún rige el código de la mafia.

¿Será peligroso? eso lo que menos ¿puede que perezcan en el intento? Es una posibilidad de alto porcentaje ¿si son capturandos, serán atormentados de manera sañuda y salvaje? Sin duda ¿son los más aptos para esta tarea? No hubo otros al que engañaran para realizarla...

Comentario

No son pocos los años que Alcachofa Soft lleva dedicándose a esto de las aventuras y no son pocos tampoco los que lleva haciendo para disfrute de muchos (entre ellos el propio Ibáñez) y padecimiento de otros las adaptaciones al videojuego de uno de los cómics españoles más internacionales. Con todo y pese a la experiencia parece que las aventuras de los agentes de la T.Í.A no son del agrado de muchos aficionados, que han sumido a los juegos de los toledanos en las pecinas de la serie Z (y nunca mejor dicho). Bien, aunque tampoco lo vamos a colocar en un sitio de honor en nuestras estanterías y aunque ciertamente ni se acercan en ningún sentido (ni siquiera en el económico) a la primera línea de la industria, hay más motivos para los que alagar a la modesta producción de Alcachofa, que para ponerla verde.

Nos encontramos con una aventura que es fiel a la concepción cómica del tebeo lo que no quiere decir que tenga un humor similar o parecido al de las inconfundibles historietas de Ibáñez, si no mas bien que en La Banda de Corvino, prima la cantidad por encima de la calidad, se bombardea al jugador con chistes, gracietas y chascarrillos de todas las calañas (de todas las calañas éticamente correctas que la productora permite que digamos que no son muchas) que de entre tanta chirigota, habrá alguna que tendrá su gracia, exactamente como pasa en el cómic donde la cantidad de guasas por pliegue de papel es bastante pronunciada. Si bien una vez metidos en el juego esto resulta francamente divertido, esta noción puede perjudicar en el fondo algunos aspectos básicos de la aventura como son la historia y la trama. Y es que no nos engañemos, en Mortadelo y Filemón, como bien se empeña en señalar cierto sector crítico, tiene una base argumental bastante endeble, pero ¿es que el cómic tiene una historia de matices shakesperianos? Los tebeos de Mortadelo y Filemón, son más simples que la receta de un huevo duro y es más que evidente que de donde no hay no se puede sacar. Considero que las aventuras de Mortadelo y Filemón están estructuradas de una manera tan cercana a la viñeta que hereda sus mismos defectos: Cuando leemos cualquier tebeo de los de Ibáñez nos damos cuenta de como, sí, son muy amenos, muy graciosos, y altamente divertidos pero no son más que una sucesión de tiras cómicas, de gags cortos, y pasa exactamente lo mismo con las aventuras gráficas de Alcachofa tanto a nivel de guión como en factores relacionados con el propio diseño. Hay que destacar que se ha recuperado ese irónico sentido de la critica que desprendían algunos de los tebeos pues el tema en que se centra el juego, el universo futbolístico, da para muchas mofas y befas.

Dado que en La Banda de Corvino no hay una espectacular historia propensa a los enigmas más enrevesados se ha optado descaradamente (cuando digo 'descaradamente' es porque los mismos protagonistas sacan a relucir el asunto más de una vez con bastante gracejo -el gag del pintor tiene su gracia-) por el clásico esquema 'muñeco vudú' que como ya sabréis consiste en ir recolectando tales o cuales objetos para conseguir hacer un objeto más grande con el que conseguir tal objetivo, aunque dentro de la breve extensión de los juegos se hace (buen) uso de recursos algo menos vistos como hacer que el jugador se mantenga atento a las conversaciones y retenga en la memoria algún dato concreto que pueda salir de algún atolladero, (vamos, lo que se dice recabar pistas, que hoy por hoy se ha convertido en un rara avis para los aventureros) algún puzzle encadenado, incluso una ‘combinatoria’, en definitiva puzzles más que vistos que desde siempre han funcionado, y que aquí están perfectamente empleados, salvo un par de excepciones: la atroz fase final, cuyo puzzle sobrepasa los propios límites de la chorrada, y un par de píxel-huntings (el de la botella en la parte ‘Mamelucos a la Romana’ y el del tablón en ‘Balones y Patadones’) que, en fin, no son maneras especialmente lícitas pero a mi juicio particular, son preferibles a los laberintos.

Pasa que los juegos de Mortadelo y Filemón son aventuras gráficas en las que se debemos manejarnos con dos personajes (que seguramente habréis adivinado quienes son) aunque bien es cierto que no se ha sacado el mejor provecho de la versatilidad y posibilidades que esto ofrece, se ha puesto al menos cierto interés en justificar la presencia de ambos protagonistas poniendo obstaculos a la hora de realizar ciertas acciones.

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Imagen de Mortadelo y Filemón: La Banda de Corvino
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