«Las aventuras gráficas causan abstinencia sexual»
Importante estudio de Murcia revela conexiones con la homosexualidad o la zoofilia
# Publicado el por Aventura y CÍA
Un nuevo estudio sobre la influencia de los videojuegos en la vida social de las personas que los juegan ha provocado una enorme sacudida en la comunidad científica: según un estudio llevado a cabo por el profesor José Antonio Martínez, jugar a aventuras gráficas causa «serias enfermedades sexuales» como la falta de apetito sexual, la falta de identidad de género, el travestismo, la necrofilia, la gerontofilia, la zoofilia o incluso la coprofilia, amén de otras parafilias no tan llamativas y sensacionalistas, pero igualmente deplorables.
«A medida que los muestreos confirmaban nuestras sospechas, nos íbamos quedando más y más aterrorizados. Lo que no consiguieron los nazis lo han conseguido las aventuras gráficas». Sin duda alguna, éste ha sido un punto interesante de dicha cuestión, porque como es bien sabido la mayor parte de consumidores y distribuidores de este nicho de mercado son, precisamente, alemanes. Como es costumbre en esta web, Aventura y CÍA decidió escarbar y recabar información sobre el tema. Preguntado el promotor de este estudio, el renombrado doctor Von Glockenspiel no pudo sino responder, terriblemente azorado y con pesar en su voz, que «esto es lo peor que ha hecho mi patria desde el Holocausto. No pudimos prever que nuestra total falta de humor e ineptitud a la hora de plantear historias inteligentes provocaría semejante catástrofe en la juventud. Hemos hecho llegar estos resultados a las más altas instancias para que tomen cuantas medidas consideren oportunas: reparaciones económicas, expulsión de Alemania y de Europa de productoras como dtp, el proyecto de creación de un estado propio para los damnificados…». Declaraciones como ésta y las que siguieron aumentaron, si cabía, nuestro asombro.
«Lo que parecía un divertido pasatiempo resulta que es un foco de perversiones sexuales en potencia —comenta el doctor Van Trockenspiel—. Durante nuestras entrevistas con el grupo de control del estudio, descubrimos que las tendencias homosexuales eran una práctica que se daba en nueve de cada diez especímenes. El décimo todavía sigue meditando si nuestras preguntas son algún tipo de puzzle de conversación». Y aún más: «Pudimos comprobar desde un primer momento que había evidencias que apuntaban claramente en la dirección de nuestras conclusiones. ¿De verdad somos los primeros que nos extrañamos ante la visión de un pollo de goma con una polea inserta en el recto? Permítame, agudo entrevistador, que lo dude». Sin duda, es esta capacidad subliminal la que más ha inquietado al mundo científico: mientras que esos generadores de testosterona que conocemos por el nombre de shooter acentúan subrepticiamente la capacidad de los jóvenes para entrar a las féminas en una discoteca a ritmo de reggaeton y techno (o house, si ya se tiene una edad), una aventura gráfica les hace dudar, hurgarse en los bolsillos para ver qué objetos llevan encima, pensar en planes complicados y en bifurcaciones de los mismos que, al final, les llevan a la inoperancia inguinal, de ahí a la frustración y de la frustración, obviamente, a las únicas maneras que sus ya debilitados cerebros encuentran para saciar sus más desviados instintos: la homosexualidad y el bestialismo.
«Ya tuvimos problemas en su día con los juegos de rol, pero gracias a ejemplos recientes como The Witcher este género se ha alejado de estéticas dudosas y altamente castigables como la emo y ha tenido una estupenda influencia en los jugadores con su estética de triunfador sexual, de fucker, en términos más académicos —prosigue Van Der Trockenstrom—, si bien ejemplos como Mass Effect acercan la sociabilidad a una especie de comuna de perdición donde todo vale que no es tan deseable para el desarrollo de los jóvenes ni para las expectativas de los señores casados».
Aventura y CÍA, conocedora de los entresijos del mundillo tras años de experiencia en el mismo, es consciente de que el daño es ya irreparable. Las páginas dedicadas a nuestro bienamado género, los foros en los que discutimos con caballerosidad y respeto sobre temas de actualidad como la dicotomía entre 2D y 3D, los blogs… Esta caterva de infraseres se encuentra ya esparcida por ese erial de inteligencia que es la red de redes. Es hasta probable que en este mismo momento nosotros mismos estemos escribiendo esto con un perro entre nuestras piernas, zapatos de tacón en nuestras partes pudendas y un tubo de escape en la boca. No obstante, agredida por el espíritu de la Navidad, Aventura y CÍA quiere lanzar un mensaje de optimismo y esperanza: dado que el género lleva agonizando diez años, está cerca el momento en el que la juventud, portadora de los más castos valores, dejará de ser acosada por este nuestro triste y perverso género. Mientras tanto, tengan cuidado ahí fuera.
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