Tarde o temprano, viendo el gusto que Nintendo le ha cogido al género de la aventura en su DS (género que parece que descubrieron ayer, por cierto), era de esperar que la Wii albergase algún título de aventura, y son dos los que se han anunciado, y presumiblemente los primeros en llegar al mercado.

Para nuestra sorpresa, uno de ellos será una conversión de Agatha Christie: Y No Quedó Ninguno. La desapercibida aventura de The Adventure Company se adaptará a las posibilidades de la nueva videoconsola de Nintendo en un título que no nos deja muy claras las similitudes con el desarrollado por Awe Games. Suponemos que deberán modificarlo muchísimo para adaptarlo a las nulas exigencias intelectuales del jugador de consola medio, porque el original incluía segmentos que sacaban de sus casillas hasta a los más expertos aventureros. Lo que sí nos han expuesto, en la nota de prensa de TAC, son algunas de sus características exclusivas para el mando de la Wii, tales como empuñarlo a modo de pala para desenterrar pistas, darle vueltas para emular el mecanismo de apertura de una caja fuerte, o correr por las escaleras de un muelle para alcanzar un bote en un puzzle contrarreloj. Con lo cómodo que es jugar con una mano en el ratón y en la otra un cigarrillo…

La fecha prevista para su salida al mercado es noviembre de este año.

Y también en otoño, Capcom lanzará otra aventura gráfica para la “revolucionaria” consola. De momento se le conoce por el nombre provisional de Project Treasure Island Z, y se sabe que nos pondrá en la piel de un aprendiz de pirata (¡?) llamado Zack, quien se da de bruces con la mismísima calavera parlante del capitán Barbaros, que le ayudará a encontrar un tesoro ancestral a cambio de librarle de su maldición particular.

En cuanto a sus características, a parte de una colección de escenarios variopintos como puedan ser junglas, templos helados y cuevas volcánicas, más de lo mismo: utilizar el mando de la consola para emular movimientos rutinarios que nos servirán para solventar los múltiples puzzles que, esperemos que ingeniosamente, se les hayan ocurrido incluir.

Como recurrentemente afirmamos, el género de la aventura está lo bastante bien formado casi desde sus inicios como para permitir revoluciones notables. Hasta el momento, las conceptuales se han quedado en enormes fiascos como Fahrenheit, y las jugables parece que se van a resumir en accionar manivelas trazando circunferencias con la mano en lugar de pulsar un botón. Impresionante. Al menos son divertidas y no tendrían por qué entorpecer los elementos verdaderamente importantes de un juego de nuestro género.

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