La semana pasada, Microïds puso a vuestra disposición la demo de Still Life 2 totalmente en castellano, que podéis descargar de nuestro propio servidor. Ayer, Planeta DeAgostini hizo lo propio con Memento Mori —que está en las tiendas, por cierto, desde el pasado lunes 20 a un precio de 29,99 euros— mientras que hoy ha sido Koch Media con su Secret Files 2 la que ha continuado con la reciente tendencia de lanzar demos localizadas; una tendencia que, al fin, parece que es la que se va a implantar.

La demo de Memento Mori, que ocupa aproximadamente 1 GB, se puede apreciar la aventura de Centauri en todo su esplendor (que, con las opciones gráficas al máximo, es mayor del que estamos acostumbrados, si vuestro PC lo permite). Desde la preview que os preparamos hace ya más de un año, Memento Mori ha ido cogiendo fuerza: si al principio daba la impresión de que dtp lo iba a considerar como de segunda fila, con todo lo que eso implicaba, finalmente parece que se desmarca de otras aventuras a priori más importantes.

Por su parte, la demo de Secret Files 2 ocupa unos 950 MB, prepara el terreno para el próximo lanzamiento del juego —que en España tendrá lugar el próximo 8 de mayo también al precio de 29,99 euros— y se compone del prólogo y el primer capítulo de lo que será la aventura completa. Inicialmente tomaremos el control de un sacerdote con el objetivo de esconder unos documentos de crucial importancia y evitar así que caigan en malas manos. Una vez conseguido, nos pondremos en la piel de una Nina Kalenkow que trata de superar la ruptura con Max en un crucero… donde le han perdido la maleta. El primer objetivo será, lógicamente, recuperarla. Entendemos que todo juego debe tener una curva de dificultad adecuada, pero a veces parece que se olvidan de que también debe tener un interés inicial: francamente, esperamos que la búsqueda de la maleta perdida tenga un porqué bien meditado y un desenlace sorpresivo, porque así contado lo cierto es que no es un comienzo que incite a continuar…

Es de agradecer que las compañías se hayan decidido a lanzar las versiones de prueba de sus títulos en castellano, práctica nada habitual hasta hace muy poco. Ahora sólo queda que se encarguen también de poner en el mercado sus juegos a su debido tiempo, y no con retrasos de meses o hasta años con respecto a sus lanzamientos internacionales. Sería ya mucho pedir que las ediciones que aparezcan aquí estén tan cuidadas como en países como Alemania, donde se quejan igual de la piratería, pero ofrecen al público mayores motivos para no recurrir a ella.

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